Ejercicios para la inteligencia emocional

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Ejercicios para la inteligencia emocional

Juegos de inteligencia emocional para adultos

Sin embargo, se ha demostrado que trabajar como miembro de un equipo eficaz puede aumentar la moral y el rendimiento. Los miembros del equipo reciben más comentarios y los reciben antes. También dicen que aprenden más y se sienten más motivados para trabajar en los retos de los proyectos. Con el aumento del trabajo en equipo virtual, el potencial de aprendizaje continuo y de retroalimentación es mayor que nunca.
Lo que esto significa para los educadores es que la inteligencia emocional en forma de habilidades como la empatía y la colaboración es más importante que nunca. Ahí es donde un simple ejercicio de creación de equipos, como el que se muestra a continuación, puede ayudar a la gente a empezar.
Esta actividad se basa en el protocolo Compass Points desarrollado por los miembros de la National School Reform Faculty, un sitio de desarrollo profesional para educadores sin ánimo de lucro. Esta actividad funciona bien con estudiantes y con adultos.
Para prepararla, deberás crear los cuatro signos -Norte, Sur, Este y Oeste- con antelación y colocarlos en las paredes de la sala antes de empezar. Asegúrate de tener suficiente papel de periódico y rotuladores para cada uno de los cuatro grupos. Debajo de cada punto, escribe los rasgos asociados a cada signo, como se indica en el juego de los puntos de la brújula:

50 actividades para desarrollar la inteligencia emocionallibro de adele b. lynn

Los entrenadores y formadores suelen hablar de la importancia de desarrollar la Inteligencia Emocional (IE) a través de una serie de Actividades y Ejercicios de Inteligencia Emocional, pero encontrar el adecuado para su equipo puede ser desalentador. Hemos recopilado las mejores herramientas que hemos podido encontrar de colaboradores de LinkedIN, expertos en Inteligencia Emocional y consultores, para que tengas todos estos recursos a tu alcance.
La mayoría de las actividades de inteligencia emocional que se llevan a cabo hoy en día se basan en el trabajo pionero de Daniel Goleman en la década de 1990. Él explicó la importancia de la Inteligencia Emocional y definió su marco en términos de estos cinco componentes:
Thumballs (bolas de pulgar): se lanza una bola con indicaciones de conversación y se pide a los destinatarios que respondan a la indicación que tienen bajo el pulgar. La inteligencia emocional comienza con la comprensión y la escucha de los que te rodean. Utilice las pelotas para iniciar conversaciones para conocerse, o para hablar más profundamente sobre la confianza, la gestión del cambio y los puntos en común.    Después de escuchar la respuesta de un jugador, discute las emociones tácitas que ha expresado mientras hablaba. El juego de bolas EQ Thumball tiene un surtido de 5 bolas para promover la discusión. ¡Si prefieres una baraja, los mazos UNZiP-IT! ofrecen indicaciones similares, pero son propicias para una actividad más tranquila. ¡Y, si trabajas a distancia, prueba los cómodos juegos remotos UNZiP-IT! Remote Sets.

Trabajar con las emociones…

Desde septiembre, Lifestage ofrece un taller de formación mensual que explora el uso de la improvisación para desarrollar la Inteligencia Emocional. Estos talleres han estado orientados al trabajo realizado por clínicos, educadores y formadores que guían el proceso de cambio personal o de desarrollo profesional, pero resulta que hemos disfrutado de una interesante diversidad entre los participantes: directivos, propietarios de empresas con empleados y clientes, activistas comunitarios y artistas.
oportunidad de decidir si nuestros hábitos mentales son eficaces y útiles o autolimitantes y obsoletos.  Las tensiones del proceso creativo y este tipo de interacción interpersonal son una vía rápida hacia un mayor conocimiento de uno mismo, que se asocia a una elevada inteligencia emocional. Al «seguir el miedo» de forma consciente y decidida, nos hacemos más conscientes de nuestras estructuras mentales y defensas y, al mismo tiempo, experimentamos cómo podría ser la vida si fuéramos capaces de estar menos agobiados por ellas y ser más espontáneos.

Inteligencia emocional: una práctica…

La Inteligencia Emocional (comúnmente denominada IE o EQ) es uno de esos constructos de la vida que podemos tener dificultades para definir pero que sentimos que «lo sé cuando lo veo». Puede venirnos a la mente cuando nos damos cuenta de que alguien ignora nuestros sentimientos o cuando observamos que un supervisor poco atento atropella las frágiles emociones de un compañero de trabajo. Podemos observarlo y sentirlo cuando nos convencemos de una visión articulada por un líder especialmente carismático.
La idea de la inteligencia emocional existe desde hace tiempo (véase Payne, 1986, o Salovey y Mayer, 1990), pero ha seguido siendo controvertida en la comunidad psicológica porque no está claramente separada de la inteligencia mental general (G, g, o Habilidad Mental General, GMA) ni ha surgido una definición clara y coherente. La inteligencia emocional irrumpió en la escena empresarial con la publicación del exitoso libro del periodista y psicólogo Daniel Goleman Inteligencia emocional en 1995.
La investigación y el debate sobre el constructo continúan hasta hoy. En una esquina se sitúan los puristas que siguen buscando el Santo Grial de la inteligencia emocional, es decir, la inteligencia emocional pura y distinta, separada de la capacidad mental general. Dudo que esto se pueda conseguir porque lo más probable es que haya una superposición significativa de ambas. En la otra esquina se encuentran los pragmáticos y los profesionales que simplemente buscan herramientas que les ayuden a comprender y modelar los rasgos individuales, así como a ayudar a entrenar a las personas para que rindan más en su trabajo o mejoren sus relaciones interpersonales. Este grupo considera que la integración de los constructos de la Inteligencia Emocional y las competencias empresariales proporcionará las herramientas más potentes para crear líderes de alto rendimiento.