Lo más importante cuando se van a comprar unos zapatos nuevos no es ni el estilo ni el color. La comodidad debe ser la clave principal por la que se eligen unos zapatos. De lo contrario, se sufrirán las consecuencias.
A mucha gente la perece que los zapatos son una forma de tortura inventada por el mundo de la moda. Otros piensan que el dolor es parte natural del proceso de adaptación, y que para vestir de forma elegante hay que sufrir un poco.
Sin embargo, los pies necesitan un cuidado adecuado, y esto incluye la elección de los zapatos. En lagranzapateria.es/ coinciden con este pensamiento, y dan la clave más importante para elegir calzado: la comodidad.
Si al ponerte unos zapatos nuevos lo primero que sientes es que no parecen hechos para ti, lo más probable sea que estés en lo cierto. Mira algunos consejos para encontrar el calzado adecuado.
La forma de tu pie es un factor clave
Además de la talla, el pie de una persona tiene una forma diferente a la de otra, por lo que incluso si tienes un pie del mismo tamaño, puede que lo que le va bien a alguien no funcione igual contigo.
Algunas personas tienen un pie más estrecho, mientras que otros necesitan una horma más amplia para sentirse a gusto. Hay quien no tiene problemas con zapatos puntiagudos, pero otros no pueden soportar algo que no sea más redondo y amplio en la punta.
Por tanto, asegúrate de la forma que tiene tu pie y elige el calzado que mejor se adapte a ella para caminar con comodidad.
Mucha atención a los tacones
Si usas zapatos de tacón, cuidado con el agarre de la suela. Al tener una superficie más reducida en contacto con el suelo, es probable que no tenga la adherencia adecuada, y un tropezón puede hacer que te tuerzas un tobillo. Nunca elijas unos zapatos que no tengan buen agarre, sobre todo si quieres caminar con tacones altos.
Elige un buen material
Sobre todo en verano, pero también en invierno, el pie transpira y necesita expulsar la humedad. Por eso, escoge materiales que permitan la transpiración, a la vez que cubren el pie de forma adecuada.
En verano, las sandalias o los zapatos abiertos pueden ser una buena opción, pero es evidente que en invierno no puedes llevarlos. Materiales como el cuero cubrirán tu pie de forma adecuada, sin que la humedad suponga un problema porque favorecen la transpiración natural.
Para presumir no hay que sufrir
La idea de que los zapatos nuevos siempre duelen, o que lo normal es llevarlos durante un tiempo hasta que se ajusten a tu pie, son errores bastante habituales, y a la vez bastante peligrosos.
El calzado tiene que ser cómodo desde el principio, y no hacer daño si no quieres sufrir graves problemas en los pies. Si estos aparecen, será muy difícil corregirlos y acabarás sufriendo el resto de tu vida. Por eso, elige tus nuevos zapatos poniendo como factor principal la comodidad. Todo tu cuerpo te lo agradecerá.
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¡Hola! Soy Paula Guzman, licenciada en Periodismo y te presento mi blog personal.